Hola, mi nombre es *Afrodita, hoy les voy a contar mi corta y hermosa historia perruna.
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Soy Afrodita |
Nací hace once meses y mis amos-papás me compraron en un reconocido sitio de venta de mascotas.
Soy una bella perrita pastor alemán ovejera, todos en la calle dicen que soy hermosa y muy elegante.
Cuando mis posibles pa´s llegaron a comprar un perrito yo estaba junto a mi hermanita, ella era de pelo corto, también muy hermosa. Pero yo me las ingenie para que ellos me llevaran a su casa. Comencé mover mi cabecita, de lado a lado, para que creyeran que yo les entendía, los lamí, moví mi colita como un reloj y esto funcionó, los cautivé.
Todo va de maravilla, soy feliz, tengo una familia, hasta con un monstruo blanco de hermana, todo es perfecto.
Llegue a casa de mi papá, mi mamí me visitaba, jugaba conmigo y me cuidaba, yo tan solo tenía dos meses y medio, no podía salir al parque porque el pasto estaba contaminado, tenían que colocarme unas vacunas para que fuera fuerte y así poder salir a jugar. Mientras tanto me quedaba largas horas esperando a que mi pa' llegara de trabajar y que mi ma' tuviera tiempo para visitarme.
Todo el día estaba solita, pero yo siempre buscaba la manera de divertirme de lo lindo, me subía en una sillita especial, me comía las cortinas, hacia popito por todo lado, me gustaba el sabor delicioso de las paredes y cuando podía asaltaba mi comida ¡Qué gran vida! Toda una casa para mí.
Sin embargo, algo estaba sucediendo en mi pancita, me dolía, hacia popito desagradable y todo me hacía daño. Mi ma' y mi pa' me llevaron al médico. ¡Sorpresa! tenía un zoológico en mi estomaguito. Para no hacer más larga mi historia, cuando me vendieron a mis pa's, no me habían desparasitado y ahí comenzaron mis problemas.
Además de ser una cachorra pilla, mi salud no mejoraba, tome muchos medicamentos y no había alivio en mí. Tuve de todos los animalitos que pudieron estar en mi barriguita, incluida una bacteria y amebas. Mis papás se estaban volviendo locos conmigo, hasta mi tía, la hermana de mi ma' decía que yo estaba "poseída". Ella creía que yo no entendía y eso me ponía triste, solo me dolía el estomaguito. ¡¡¡Sniff!!!
Mis amos-papás decidieron que después de tantas "diabluras" y tantos daños que hice en casa, lo mejor era ir a vivir con mi abuelita o sea la mamá de mi ma'.
¡Dios mío perruno! pero si yo quiero estar en casa con pa' ¿por qué me hacen esto? No hubo más que aceptar este cruel destino y alejarme una noche de mi casa. Mi ma' llego a casa de mis abuelitos con mis platicos, mis cobijitas, un 'arsenal' de medicamentos y yo.
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Hermosa Afrodita |
Arribé a mi nuevo hogar, todo era más grande, muchas cortinas para jugar, muchos muebles para trepar, pero... ¡oh! ¡oh!... ¿Qué es eso? otro animal con cuatro patas, cola y de otro color. Se me acerco, me olfateó hasta el cansancio y para colmo de males me ladró con un sonido tan fuerte, que lo único que hice fue correr a un rincón para refugiarme. ¿Quién era ese feroz animal que me iba a comer de un sorbo? Temblaba, mis orejitas se fruncieron y yo quiero a mi pa'... ya nada puedo hacer ¡¡¡sniff!!!
De pronto oí la voz de una mujer, era mi abue, una señora grande que me acarició y me dijo que todo iba a estar bien. Pero no le creí porque empezó a darme órdenes:
—*Afrodita, esta es su nueva casa, aquí no viene hacerme males y tiene que ser muy juiciosa. Además, debe dormir en el sótano con *Nieve. ¿*Nieve? así se llama ese gran cosa peluda que quiere comerme. ¿Qué piensa esta señora, que yo soy fuerte para enfrentar a ese monstruo?
Leyó en voz alta los nombres de mis medicamentos y las horas en las que me tenía que tomar todo eso amargo, ¡Guacala! Volvió y me acarició, y me repitió
—Toda va estar bien.
Ya había conocido a mi tía, sí, ella la que decía que yo estaba "poseída" y para no terminar con mis tristezas era la ma' del monstruo peludo. ¡Oh, no! ¡¡¡¿Qué iba a hacer?!!!
Unas llaves abrieron la puerta, otro gigante apareció ante mí, no sé quién estaba más asustado, si él o yo, comencé a mover mi cabeza de lado a lado —ese truco siempre me funciona— y me saludo ¡Hola *Afrodita! y como si yo hubiese sido un duende dañino, me dijo —Tiene que portarse juiciosa, porque solo va a estar unos días aquí. ¿Unos días? mi pa' ya no me quiere en su casa y yo no tengo más a dónde ir... mi corazoncito se estremeció y sentí que había llegado al fondo del abismo. ¡Nadie me quería!
Pasaron los días, consumo los medicamentos sin problema, mi abuelita me enseñó a tomarlos con cuchara, no tenía dificultad para dármelo y siempre me felicitaba, ya estaba ganando puntos con la ma' mayor.
*Nieve, mi nueva hermana y mi mejor amiga, es una labradora dorada, aprendió a compartir sus cobijitas conmigo, jugamos todo el día y yo procuro no hacer daños, esta es mi última oportunidad. Mi tía me saca a pasear junto a Nieve y con el novio o sea mi otro tío, caminamos largos trechos, jugamos y nos divertimos. Él nos trae huesos y a ella rosas, jeje pero nosotras ganamos, porque ella no se puede comer las flores jejeje. ¡Mi tío nos ama!
Mi abue no se quedó con los medicamentos que trajo mi ma', ella me llevo a dónde los médicos veterinarios de *Nieve, ¡qué médicos!, me dan galletitas cada vez que voy, me revisan y me hacen sentir como en casa. Me hicieron nuevos exámenes de laboratorio y me dieron medicamentos para mi zoológico. ¡Siento que ya no puedo con una pepa más! ¡Guacala!
El doctor veterinario me mandó a hacer un examen especial para mi pancita en una clínica. Quieren operarme una hernia y esterilizarme. ¡Qué tusto!
Mi salud no es buena, los bichos no salen de mi cuerpo y mis costillitas a pesar de mi gran pelaje se notan. Mi abue cree que no me he dado cuenta, pero ella llora por mí y decidió darme remedios caseros, esos que los antepasados de ella le enseñaron, ¡son horribles!, pero me he ido mejorando, ella, mi abue me lleva al médico y todo lo que dice que me haga, ella lo hace ¡Mi abue es lo máximo!
Todavía no he logrado ganarme el cariño de mi abuelito, aunque dijo que estaría unos días en casa, ya llevó más de siete meses jeje. No lo tocó porque a él no le gustan los perros, así que lo rondo todo el tiempo a la espera de que algún día me acaricie, yo sé que él me quiere, a veces me tira la pelota, me saluda. Él tiene miedo de amarme y de amar a Nieve.
Volví a bajar de peso, toda mi familia no entiende ¿Por qué no crezco? ¿Por qué no engordo?
¡Oh Dios perruno¡ de nuevo a la clínica de mascotas. Me sacaron sangre, revisaron mi popito, mi corazón, todo. Y ¡¡¡Oh sorpresa!!!... bueno, en realidad dos, una buena y otra mala.
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Afrodita y Nieve |
La buena es que ya no tengo ni un animalito en mi pancita, ¡Bien! funcionó la droga que me dieron veterinarios o ¿los remedios tradicionales de mi abue?, igual funcionaron ¡Yupi! Pero la noticia mala es terrible...
Creo que alguna vez salí al parque, corrí mucho hasta que mi lenguita pedía agua a gritos, estaba haciendo sol, entonces yo corrí y corrí hasta donde el pasto me cubría y me acosté para descansar, quizá allí, un minúsculo animal se prendió en mi pelo, sí, eso fue, un animal llamado garrapata. Trepo lentamente hasta mi piel y ¡Suas! se incrusto y aunque mi abue, mi ma', mi tía y mi tío la han buscado en mi largo pelaje, no la han encontrado.
Ahora es tarde, ya este parásito se ha ido apoderando de mi sangre, de mis fuerzas. El médico dice que tengo un hemoparásito que poco a poco se come mis glóbulos rojos, que no hay cura para ello y que es llamado el 'sida de los perros'. Dijo que mis glóbulos blancos luchan todos los días contra esta enfermedad y mi abue me alimenta mucho para tener fuerza, mi pa' me compra medicamentos para fortalecer mis glóbulos rojos y seguir en la lucha.
¡Guau! Toy triste porque también dice, que debo cuidarme de que otros perros me muerdan o de tener heridas para evitar hemorragias. Cuando me llegue mi primer celo debo cuidarme para que no tenga problemas. Por fortuna esto no es contagioso para los humanos, ni para mi hermanita *Nieve.
Si todo marcha bien con este hemoparásito, quizá tenga momentos en los que mis defensas se bajen y deba estar algunos días en la clínica de mascotas y otros días tendré una vida normal. ¡Esta no es vida para perros!
¡Guau...guau... guau! ¡Dios de los perros! estoy muy triste ¿por qué a mí? Yo solo quería una familia y la tengo, yo quería una hermanita como *Nieve para jugar y dormir, yo quería conocer los hijos de mi pa' y de mi ma', y también los de mis tíos, pero creo que ya no será así ¡¡¡Sniff!
Mi abue tiene algo que llama fe, no sé qué es, pero si ella lo dice es porque funciona, así que cuando me la de con los medicamentos, la voy a lamer hasta el fondo de la cuchara para curarme.
Adoro ir al parque, pero la infesta de garrapatas ha crecido y nadie se da cuenta hasta que están en nuestro cuerpo. Tendré que tomar medicamentos de por vida y esperar a que un gran científico logre investigar algo para curarme.
Les cuento mi historia, la historia de la diosa perruna *Afrodita, que no quiere que ningún perrito tenga en su barriguita zoológicos, que la gente que tiene criaderos los cuide y los venda de manera responsable a los futuros amos.
Soy *Afrodita una hermosa perra pastor ovejera, que hoy tiene un parásito mortal en su cuerpo.
*Los nombres de las mascotas fueron cambiados a petición de sus ma'
Hoy 11 de noviembre de 2017 todavía vivo en casa de mis abuelitos. No crecí mucho, pero soy feliz, no me he vuelto a enfermar, sigo en controles con los médicos veterinarios maravillosos y juego, duermo y como bien. ¡Esta sí es una vida de perros!
Yo *Afrodita soy afortunada de tener una familia y aunque mi abuelito dijo que solo estaría unos días en esta casa, este mes cumplo tres años de estar aquí y ser la compañía de mis abues ahora que la mamá de *Nieve y la mía viven en el extranjero.