Buscar en este blog

martes, 26 de junio de 2018

La mágica montaña de sal que tiene Catedral propia

Los aborígenes muiscas de la región central de Colombia descubrieron la grandeza y la majestuosidad de una montaña de sal que le entregaron a sus dioses como prenda de agradecimiento, por todas las maravillas que ella encerraba.

Talla Memorias de la Sal del artista zipaquireño Carlos Penagos.
Replica de la flora y la fauna de la región.
(Foto Hilando las Historias)
No solo era sal, había en ella lechuzas Cabeza de Corazón que eran sus mascotas y que en la época de la conquista fueron vitales para avisarles la presencia española en el lugar o simplemente para escuchar su tímido canto nocturno que les presagiaba los dones de la sabiduría.

Los árboles de roble y mano de oso apenas son la representación de la riqueza de la fauna y flora de la hermosa tierra fértil que circunda la región gobernada por el Zipa, que era el cacique a quien los indígenas veneraban como un dios viviente.


Esta mágica montaña fue conocida y reportada por Alejandro Humbolt hacia 1800 en sus escritos como presagiando su importancia y la riqueza que representaba este lugar enmarcado por tanta belleza.
Esta fantástica aparición de la naturaleza se ubica en en la población de Zipaquirá que deriva su nombre de Zipa que significa cacique y quirá tierras fértiles, Zipaquirá igual Las tierras fértiles del cacique.


Pasados los años los mineros de la población decidieron extraer la sal para comercializarla y a medida que se adentraban a la montaña, no les era fácil salir para darle gracias a Dios por su vida, por su familia y por las bendiciones recibidas, entonces comenzaron a tallar imágenes, a crear lugares de adoración para simbolizar su fe de una manera incipiente en la mina y con la visita periódica del sacerdote del pueblo para realizar la eucaristía, todo se volvió sublime y religioso.

Lo que estos rudos mineros nunca imaginaron es que el  lugar que era de oración y de simbolismos propios, se convertiría con el paso del tiempo  en una catedral subterránea,  que recibiría miles y miles de visitantes,  que llegaban atraídos por lo novedoso, muchos de ellos por peregrinación y devoción.

Esta primera catedral de sal  no aguantó el paso de los años y los pilares con los que fue construida comenzaron a deteriorarse y así fue que para 1992 fue cerrada con el propósito de rescatar la Maravilla Moderna en que se había convertido y hacerla con una arquitectura más moderna,  sin dejar atrás las esculturas realizadas por el italiano Ludovico Consorti, el mismo que hizo la puerta santa de la Basílica de San Pedro y muchas de las tallas hechas por estos hombres 'subterráneos' que se mantienen con el tiempo.

Tres años después, se abre la nueva Catedral de Sal que mantendría la seducción y la expectativa de sentir y saber que había bajo tierra. 
_____

Cuando se da el primer paso para ingresar a esta mina todo se vuelve mágico, las paredes que están cerca de la capa vegetal dejan ver su color blanco y las piedras de marma o perita, que en el mundo minero es llamado 'oro de los tontos, impregnan a los muros destellos brillantes en medio de la oscuridad.

Cruz del  viacrucis dentro de la Catedral de sal
Foto Hilando las Historias
Todo comienza con el viacrucis, una hermosas cruces talladas en bajo relieve e iluminadas por luces artificiales que representan el camino que recorrió Jesús hacia el calvario,  cada sección tiene reclinatorios de oración, también tallados de piedra salina
que invitan a la oración.

El simbolismo impregnado por los mineros, invita a los visitantes a la reflexión propia, que los mantiene  expectantes por cada una de las paradas que han sido delicadamente cinceladas y que salieron de la imaginación de más de cien hombres que solo buscaban adorar al santísimo, porque sus días en la mina eran largos y tediosos, y  por eso esta primera parte esta impregnada de  la catedral es la muestra de agradecimiento por cuenta de los trabajadores de la mina, al Señor Crucificado.

En este punto, los visitantes no se  alcanzan a imaginar cómo estos hombres crearon una entrada tan atractiva a medida que sacaban más de 35 mil toneladas de sal para ser comercializada en el exterior y que poco a poco iban dejando atrás una cruz. 

Este camino es la única entrada que tiene la Catedral y que conduce lentamente  a las naves de la permitiendo que más de  que más de cuatro mil personas estén dentro sin que les haga falta el aire, una creación humana como homenaje a Dios.

De pronto se observa ya a unos 167 metros bajo tierra una fantasía absoluta, se abre una gran cúpula que personifica la unión de Dios y el hombre. La parte superior fue hecha con cincel y martillo, es un círculo perfecto que simboliza al Supremo y las paredes salinas rusticas interpretan al hombre, lo material. El piso es hermoso tallado en piedra de mármol (lo único que no es hecho en piedra de sal), reflejando y proyectando la luz que se emite desde la cúpula.

La vía continúa y aparece el coro que es armonizado con cánticos religiosos. Al lado izquierdo esta la escultura del arcángel San Gabriel tallado en roca salina, él tiene  una posición privilegiada. Desde allí hay  unos doce metros y se divisa de manera esplendorosa el altar mayor.
Al fondo el altar mayor de la Catedral de Sal con la cruz más alta bajo tierra
con una altura 16 metros de alto, a una profundidad de 138 metros.
Fotos Hilando las Historias. 

Al bajar 12 metros más hay tres entradas, que según la creencia dice que quién entra por la puerta derecha es puro de corazón, el que ingresa por el centro es más o menos puro y quien lo hace por la izquierda es pecador, pero lo cierto es que llegar  por cualquiera de las entradas es un privilegio que solo se puede vivir cuando se aprecia de cerca la primera nave, la nave del nacimiento.

Nave del nacimiento. Familia de Belén.
Foto Hilando las historias 
En este punto las esculturas personifican la familia de Belén, un tallado que tiene más de 60 años y que fue cincelado por el italiano Luidovico Consorti. Estas repujas son fastuosas y es quizá el único Belén del mundo que esta expuesto los 365 días del año. Cada figura esta perfectamente moldeada impregna en el ambiente el amor de la familia de Belén representa la conexión terrenal de Jesús con los hombres.

La segunda nave no es menos importante que la primera, es la nave de la vida. Es indescriptible la sensación de emoción al verla cruz más alta del mundo bajo tierra, realizada en bajo relieve, con una altura 16 metros y que con efectos de luz que la hace tridimensional, se ubica  detrás de altar mayor y su belleza es incomparable, representa la vida.

Tiene una hermosa arquitectura con cuatro columnas, que según su simbología representan a los cuatro apóstoles, Lucas, Mateo, Juan y Marcos que representan la fe cristiana.

Estos hombres, los mineros de Zipaquirá laboriosamente con amor, paciencia y regocijo en el alma, esculpieron cada centímetro de la Catedral, para vivir en plenitud con el Cielo aún estando bajo tierra.

Medallón de la creación.
Foto Hilando las Historias
En el piso hay una talla en piedra llamada El Medallón de la Creación, que muestra, muy al estilo griego y romano en su forma, la chispa divina que Dios le impregno al hombre en la creación.

Y la última nave , la nave tres es tan bella y bien lograda que representa  la muerte y la resurrección de Jesús, el fin de su paso por la vida terrenal. Las grutas que la componen de manera majestuosa, tienen la obra escultórica de la pietat que de una manera sublime muestra el descendimiento de la cruz y otra gruta que le recuerda al mundo cristiano que Jesús resucitó.
_________________

La leyenda dice que quiénes estén cerca y tengan ojo visor pueden en algunas noches de luna llena y especial la que precede la Semana Santa, escuchar  murmullos  y  ver luces que entran en desfile hacia la Catedral y en el silencio de la noche oír cómo retumban los golpes de las picas y los cinceles tallando cada parte de la Catedral.
Quién tenga la fuerza y la valentía para seguir allí,  percibirá dentro y al fondo de la mina cantos, rezos y bendiciones que son emanadas con claridad, quizá por ese primer sacerdote que cada domingo iba acompañar espiritualmente a los mineros y que aún hoy, en el corazón  de la montaña sigue su trabajo misionero para no olvidar las almas de los trabajadores y recordarle a Zipaquirá que la mina de Sal no solo  es patrimonio turístico de la humanidad, sino de los hombres que día a día y centímetro a centímetro dejaron como legado y enseñanza que hay una vida nueva y mejor.

El amanecer no es menos misterioso, porque al encuentro de la noche con el sol se oye a lo lejos el canto del custodio de la montaña, la lechuza Cabeza de Corazón  quien le da la bienvenida al astro rey como símbolo de que por siglos y por siempre la montaña, la sal y la tierra son del gran cacique Zipa.