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De Camilo a Platero: Entre la libertad y el regreso (Tercera parte)

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Platero ha aprendido a ser libre… pero no todo está dicho. Su destino aún está en manos de quienes deben decidir: ¿volverá a la vida que lo quebró o podrá seguir soñando entre flores y respeto? Una reflexión conmovedora sobre justicia, compasión y segundas oportunidades.  Si aún no leíste la parte anterior, te invito a hacerlo antes de continuar: 👉 [Parte 1: La historia real de un burrito que soñó con ser libre ](enlace a Parte 1) 👉 [Parte 2: Camino a una segunda oportunidad](enlace a Parte 2 ) Todos los créditos al creador de esta imagen Hoy soy   Platero : un ser que se siente amado, respetado y acogido, tanto por humanos como por mis hermanos animales. Si alguien hablara conmigo y me preguntara por los dueños de  Camilo , les diría: Gracias. Gracias por haberme albergado y por haberme permitido ayudar en el rancho. Siempre lo hice con cariño.   Pero ahora… Ahora que conocí esta otra cara de mi México lindo y querido… quiero ser  Platero . Porque por prim...

De Camilo a Platero: Camino a una segunda oportunidad (Segunda parte)

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  Tras años de maltrato, algo cambia en la vida de Camilo: llegan voces nuevas, manos que lo rescatan y un nombre que podría marcar un renacer. ¿Es posible volver a confiar, amar, y sanar después de tanto dolor? En esta parte, Camilo comienza a transformarse en Platero… Si aún no leíste la parte anterior, te invito a hacerlo antes de continuar: Parte 1: La historia real de un burrito que soñó con ser libre Una mañana llegaron muchas personas al rancho. Preguntaban por mí. Foto tomada de Internet Un veterinario me revisó, me tocó por todos lados, y dijo con firmeza: —Nos llevamos a  Camilo  a un refugio. Tiene hongos en los cascos, está desnutrido y ha sido descuidado y otros términos que no supe comprender. Yo entendí que algo grave pasaba. Me subieron a un camión, y tras un largo viaje, llegamos a un lugar desconocido. Allí, en ese lugar no me fue muy bien, entonces los policías decidieron llevarme a otro refugio. Pensé entonces, ¿será que esta tortura de que nadie...

De Camilo a Platero: La historia real de un burrito que soñó con ser libre (Primera parte)

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  Hola. Soy Camilo… o Platero. Ahora no lo sé, pero en el transcurso de mi historia tal vez decidas tú quién quieres que sea. Soy un burrito maduro de 14 años de edad que hoy ha venido a contarte su historia. Nací en un bello país llamado México. No recuerdo bien los detalles, pero desde muy pequeño viví en una granja grande, muy adentro de la montaña. Allí también estaban mis dueños, quienes desde siempre me llamaron Camilo. En esa granja se respiraba aire puro, se escuchaban los pajaritos, y veía a otros animales que merodeaban a mi alrededor. Pero yo nunca tuve tiempo para jugar, correr o probar las hierbas que crecían por todas partes. Yo siempre estaba trabajando desde el amanecer hasta la noche, transitando por el mismo camino.  No era libre, quizá porque mi amo tampoco lo era. Desde que tengo memoria, cada día muy temprano comenzaba a cargar cosas en mi lomo. Era una carga pesada para mí, porque, aunque soy fuerte, no soy muy grande. Y aunque en mi juventud aguantaba má...

De Camilo a Platero: La Historia Real de un burrito que soñó con ser libre

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  Hola. Soy Camilo… o Platero. Ahora no lo sé, pero en el transcurso de mi historia tal vez decidas tú quién quieres que sea. Soy un burrito maduro de 14 años de edad que hoy ha venido a contarte su historia. Nací en un bello país llamado México. No recuerdo bien los detalles, pero desde muy pequeño viví en una granja grande, muy adentro de la montaña. Allí también estaban mis dueños, quienes desde siempre me llamaron Camilo. En esa granja se respiraba aire puro, se escuchaban los pajaritos, y veía a otros animales que merodeaban a mi alrededor. Pero yo nunca tuve tiempo para jugar, correr o probar las hierbas que crecían por todas partes. Yo siempre estaba trabajando desde el amanecer hasta la noche, transitando por el mismo camino.  No era libre, quizá porque mi amo tampoco lo era. Desde que tengo memoria, cada día muy temprano comenzaba a cargar cosas en mi lomo. Era una carga pesada para mí, porque, aunque soy fuerte, no soy muy grande. Y aunque en mi juventud ...